Si tenés pensado invitar a una persona celíaca a un bar, será mejor que tomes algunas precauciones para que todo salga más que bien. Esto no significa que sea complicado. Al contrario: asegurará que compartas una velada increíble con esa persona.
Hay que reconocer que la vida social es unos de los problemas más grandes a los que se enfrenta una persona con celiaquía. Esto no significa que debamos encerrarnos cuando nos dicen «tenés celiaquía«. Pero sí implica que tengamos en cuenta algunos detalles al momento de compartir algo en bares y restaurantes.
Lidiar con la transición a comidas libres de gluten no es fácil. Mucho menos cuando tu grupo de amigos/as te invitan a comer afuera y evitas ir porque sabés que no hay menú sin gluten. O porque no vas a poder pedir nada por miedo a la contaminación cruzada.
Por todo esto, y por muchas otras cosas, es importante informar y concientizar. Hay que explicar, charlar. Si tenés celiaquía, o conocés a una persona con celiaquía, hablar del tema ayuda y mucho. Por eso, pensamos que puede resultar útil tener a mano los siguientes consejos para poder tener una velada agradable, sin inconvenientes.

1- Consultar si el bar ofrece menús aptos
Esto es más que importante, es fundamental. El lugar al que invites a una persona con celiaquía debe ser seguro y ofrecer menús aptos, evitando la contaminación cruzada (clic acá para conocer más sobre contaminación cruzada).
2- Si ofrece menús aptos, preguntar cuáles
La idea no es que te conviertas en la pesadilla de los encargados del bar o restaurante. Simplemente asegurate de que exista una oferta variada, que vaya más allá de carne con verduras o té con una galleta de arroz.
3- Comunicar a la persona celíaca la intención de invitarlo a consumir algo en un bar
Sí, a la mayoría nos gustan las sorpresas si vamos a ser agasajados/as. Pero las mejores intenciones pueden hacer que la persona con celiaquía pase un mal rato por muchos motivos. Lo mejor es planificar la salida junto a la persona celíaca y asegurarse de que sea un momento realmente agradable para todos/as.
4- Una vez elegido el lugar, consultar opiniones de personas con celiaquía que hayan estado ahí
Esto no significa desconfiar de todo. Pero siempre es bueno saber la experiencia de quienes estuvieron ahí, pues pueden brindar información sobre detalles como el trato de los encargados, la higiene, la calidad y el precio de los alimentos, etcétera.
5- Actuar como si fuese una salida más
Lo es, por supuesto. Las personas celíacas no son extraterrestres, así que actúa con normalidad. A una persona con celiaquía pueden no caerle bien algunos comentarios relacionados con su condición o las dificultades (si es que existieron) que esto generó al momento de planificar la salida.
Así que ya sabés: podés invitar a una persona celíaca a un bar. Pero si realmente te interesa que esa persona pase un lindo momento, mejor tomar algunas precauciones. Esperamos que esta publicación te haya sido útil. Si tenés sugerencias, dejá un comentario.
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